La molaridad refleja la concentración de una disolución
indicando la cantidad de moles de soluto que aparecen disueltos en cada litro
de la mezcla. Un mol, por otra parte, es la porción de sustancia de un sistema
que alberga el mismo nivel de entidades elementales que los átomos contenidos
en 0,012 kilogramos de carbono 12.
También mencionada como concentración molar, la molaridad
señala qué tan concentrado está el soluto en la disolución. De este modo, la
molaridad revela cuántos moles de soluto hay en cada litro de disolución.
Puede decirse, por lo tanto, que la molaridad es igual al número de
moles dividido por el volumen de la disolución:
Molaridad = Número de moles de soluto / Volumen de
disolución:
M = n / v
Aunque pueden usarse diversas unidades, lo habitual es que se utilice
mol/l (equivalente a mol/dm3) para aludir a la molaridad. Dicha unidad se suele
expresar como molar, con un M como símbolo.
Es importante no confundir molaridad y molalidad. La
molalidad refiere a la cantidad de moles de soluto en un kilogramo de solvente
(Molalidad = Número de moles de soluto / Masa de disolvente).
La molaridad, al estar vinculada al volumen de la
disolución, depende de la presión y de la temperatura. Por eso, al cambiar la
presión o la temperatura, también se modifica el volumen y, por lo tanto, la
molaridad. Esto no ocurre con la molalidad, que se puede medir con más
precisión.
Para evitar este inconveniente, es frecuente que, a la hora
de trabajar con molaridad, se recurra a factores o coeficientes que permitan
corregir la temperatura.
Algunos tutoriales
HECHO POR: Regina Velaquez
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